Evo cumple. será verdad?
Humberto Vacaflor
Habrá que dudar de la efectividad de los medios de comunicación. Un Gobierno que lo tiene casi todo controlado, está ahora acorralado por una pregunta simple: “¿Cumple Evo con Bolivia?”. Si la pregunta se refiere solo al programa Bolivia cambia, Evo cumple puede haber mucho debate, como el que se ha desatado por la denuncia de Unidad Nacional. Si el mencionado programa es financiado por ‘donantes’ innombrables (Libia, Irán, Irak, otros), es algo que deberá responder el Gobierno, aunque ha comenzado con pie equivocado.
Gamal Serhan Jaldín, del Partido Verde, puso un dedo en la llaga más sensible del Gobierno: “Si el programa se financia con dineros provenientes de la coca de Chapare, quiere decir que usa recursos de una actividad ilícita: la coca de Chapare es ilegal”. Buen tema. Los cocaleros de Chapare están obligados a aportar con 10% de su producción a la organización sindical que los une: las seis federaciones que tienen como presidente a Evo Morales.
Nunca se ha informado sobre el destino que se da a esa coca. ¿Quién la compra? ¿En qué se la usa? ¿Quién maneja los recursos de la venta? Pero la pregunta más profunda no alude a este programa. ¿Cumple Evo la Constitución que hizo aprobar a las patadas y la impuso en un dudoso referéndum? ¿Cumple con los cocaleros de Chapare que, para las leyes del país, siguen siendo ilegales? ¿O los quiere mantener bajo su yugo, sin legalizarlos? ¿Cumple con los pueblos originarios, como los del Tipnis? ¿Cumple con los cooperativistas mineros, que siguen esperando una ley que dé legalidad a su condición de evasores de impuestos e invasores de minas? ¿Cumple con los ‘gremialistas’, que no saben si van a pagar impuestos o van a seguir siendo evasores? ¿Cumple con los contrabandistas, que ahora solo tienen libertad para introducir ropa usada? ¿Cumple con los productores de alimentos de Santa Cruz o los tiene sobre ascuas, con sus predios asaltados, y sin poder exportar sus excedentes?
Las respuestas a todas estas preguntas son negativas. Solo tiene ojos para las petroleras, a las que ahora quiere abrir los parques nacionales después de haberlas desalentado desde 2006. La pregunta que ha introducido Unidad Nacional tiene más alcances de los que pensaron sus redactores. Los escozores que está haciendo el partido de Gobierno, y que se manifestaron con berrinches en el caso del vicepresidente, revelan que el balance real de esta gestión es negativo
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