50 años de la ratificación de un compromiso
Frente a desafíos como el avance tecnológico y las presiones del poder, en este aniversario queremos ratificar nuestro compromiso con los principios que siempre nos han guiado y nos guiarán.
Un día como hoy, el 19 de julio de 1967, hace ya 50 años, Los Tiempos volvía a salir a las calles de Cochabamba dando así fin a casi 14 años de una ausencia forzada por la intolerancia y la fragilidad de las instituciones democráticas que por entonces sufría nuestro país.
Hoy, a la luz de la experiencia acumulada y con la objetividad que da la posibilidad de conmemorar los hechos importantes de nuestra historia desde una perspectiva de cinco décadas, podemos afirmar que fue un gran acierto la decisión y firmeza con que don Carlos Canelas, con el apoyo de toda su familia, decidió retomar la obra iniciada por su hermano Demetrio en 1943.
No debe haber sido fácil dar ese paso pues, como es necesario siempre recordar, esos eran tiempos durante los que la actividad periodística requería algo más que una lúcida visión empresarial. Requería, además, una vocación de servicio y la voluntad necesaria para afrontar los riesgos propios de la labor informativa en países que, como la Bolivia de esos años, no se destacaban por su apego a los derechos humanos, como la libertad de expresión e información.
Esas dificultades ya eran bien conocidas por quienes decidieron reconstruir Los Tiempos sobre las cenizas a las que fue reducido en 1953. Es que desde 1943, nuestros fundadores, directores y los sucesivos equipos de redacción tuvieron que lidiar con mucha frecuencia con el acoso proveniente de quienes veían en la libertad de información y de opinión, y en el espíritu crítico, un obstáculo para sus inclinaciones de hacer uso y abuso del poder político sin ningún tipo de limitaciones.
Esas relaciones tensas con el poder, plasmadas en persecución, confinamientos, arrestos contra personal de este matutino, llegó a su peor extremo en noviembre de 1953 cuando, por acción de grupos radicalizados de universitarios y militantes del entonces partido de gobierno, el MNR, fueron asaltadas y destruidas sus instalaciones, provocando su cierre.
14 años tuvieron que pasar antes de que Los Tiempos lograse reconstituirse después del duro golpe que le fue infligido. Desde entonces, y tal como lo hiciera en su primera época, este diario ha ido reflejando día a día la historia del país y de nuestra región, con la capacidad necesaria para adecuarse a las circunstancias concretas y guiándose por los 14 principios que Demetrio Canelas estableció como guía del trabajo periodístico al servicio de la comunidad.
Los Tiempos tiene la satisfacción de haber sido testigo de los muy grandes cambios que durante estos últimos 50 años se han producido en el mundo, nuestro país y nuestra región. Y también, cómo no, de la admirable evolución de la tecnología, lo que ha planteado retos que han sido afrontados exitosamente, como lo prueba el lugar de vanguardia que este diario ha ocupado, ocupa y seguirá ocupando en la carrera hacia la innovación.
En ese contexto, frente a desafíos como el tecnológico y las presiones del poder, ante los que tenemos experiencia acumulada, en este aniversario queremos ratificar nuestro compromiso con los principios que siempre nos han guiado y con la búsqueda de la verdad, la libertad y la democracia. Es decir, nos proponemos mantener y profundizar las características que han hecho de Los Tiempos el periódico de Cochabamba.
Un día como hoy, el 19 de julio de 1967, hace ya 50 años, Los Tiempos volvía a salir a las calles de Cochabamba dando así fin a casi 14 años de una ausencia forzada por la intolerancia y la fragilidad de las instituciones democráticas que por entonces sufría nuestro país.
Hoy, a la luz de la experiencia acumulada y con la objetividad que da la posibilidad de conmemorar los hechos importantes de nuestra historia desde una perspectiva de cinco décadas, podemos afirmar que fue un gran acierto la decisión y firmeza con que don Carlos Canelas, con el apoyo de toda su familia, decidió retomar la obra iniciada por su hermano Demetrio en 1943.
No debe haber sido fácil dar ese paso pues, como es necesario siempre recordar, esos eran tiempos durante los que la actividad periodística requería algo más que una lúcida visión empresarial. Requería, además, una vocación de servicio y la voluntad necesaria para afrontar los riesgos propios de la labor informativa en países que, como la Bolivia de esos años, no se destacaban por su apego a los derechos humanos, como la libertad de expresión e información.
Esas dificultades ya eran bien conocidas por quienes decidieron reconstruir Los Tiempos sobre las cenizas a las que fue reducido en 1953. Es que desde 1943, nuestros fundadores, directores y los sucesivos equipos de redacción tuvieron que lidiar con mucha frecuencia con el acoso proveniente de quienes veían en la libertad de información y de opinión, y en el espíritu crítico, un obstáculo para sus inclinaciones de hacer uso y abuso del poder político sin ningún tipo de limitaciones.
Esas relaciones tensas con el poder, plasmadas en persecución, confinamientos, arrestos contra personal de este matutino, llegó a su peor extremo en noviembre de 1953 cuando, por acción de grupos radicalizados de universitarios y militantes del entonces partido de gobierno, el MNR, fueron asaltadas y destruidas sus instalaciones, provocando su cierre.
14 años tuvieron que pasar antes de que Los Tiempos lograse reconstituirse después del duro golpe que le fue infligido. Desde entonces, y tal como lo hiciera en su primera época, este diario ha ido reflejando día a día la historia del país y de nuestra región, con la capacidad necesaria para adecuarse a las circunstancias concretas y guiándose por los 14 principios que Demetrio Canelas estableció como guía del trabajo periodístico al servicio de la comunidad.
Los Tiempos tiene la satisfacción de haber sido testigo de los muy grandes cambios que durante estos últimos 50 años se han producido en el mundo, nuestro país y nuestra región. Y también, cómo no, de la admirable evolución de la tecnología, lo que ha planteado retos que han sido afrontados exitosamente, como lo prueba el lugar de vanguardia que este diario ha ocupado, ocupa y seguirá ocupando en la carrera hacia la innovación.
En ese contexto, frente a desafíos como el tecnológico y las presiones del poder, ante los que tenemos experiencia acumulada, en este aniversario queremos ratificar nuestro compromiso con los principios que siempre nos han guiado y con la búsqueda de la verdad, la libertad y la democracia. Es decir, nos proponemos mantener y profundizar las características que han hecho de Los Tiempos el periódico de Cochabamba.
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