Mientras las pérdidas del americano Jacob Ostreicher ascienden a los 44 millones de dólares, ya que ese sería el valor actual de los 25 millones de dólares agregados por el trabajo productivo en la agricultura y la ganadería, se vienen revelando como nunca los hilos delictivos que movían los abogados agrupados en el Ministerio de Gobierno y de la Presidencia, que no solamente comprende la venta ilegal de bienes decomisados, sino también la protección de delincuentes y criminales de la más alta peligrosidad.
En el primer caso, un informe de la fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) establece que el 8 de diciembre del 2011, Moisés Aguilera López ex jefe de Dircabi de Santa Cruz, junto al abogado Juan Ríos Ocampo y Ariel Prado, un subteniente de Policía vendieron 273 cabezas de ganado de propiedad de Ostreicher, cada una con el valor de 410 dólares, lo que equivale a 125.500 dólares.
Con hechos de esa magnitud se produjo el desmantelamiento de la fortuna del americano. También se conoce que la corrupción tenía antigua data: Fernando Rivera Tardío y Dennis Rodas las cabezas más visibles (hasta ahora) del escándalo, trabajaron casi desde el año en que el MAS tomó el poder en el 2006. Estuvieron caminando con los ministros Alfredo Rada, Wilfredo Chávez, Sacha Llorenti, y el actual, Fernando Romero. Esos ministros les dieron un poder absoluto y estos delincuentes de cuello blanco tejieron una poderosa telaraña que junto a sus asociados vendían influencias, extorsionaban a personas envueltas en problemas políticos o en narcotráfico, dilataba procesos judiciales en los tribunales a quienes no les pagaban y hasta favorecían a delincuentes comunes vendiéndoles favores.
Esta cuadrilla, por ejemplo, incautó bienes y dinero a los policías Julio Navia (teniente) y su padre, René Navia (coronel), implicados en narcotráfico y también sindicados de pertenecer a la banda del ex general Rene Sanabria, purgando actualmente una condena de 14 años en una cárcel de Miami, Florida, EUA. Inclusive, el avezado delincuente Reynaldo Gonzáles, “El Vinchita”, no se libró de ambición de los abogangsters: le esquilmaron 10.000 dólares con la promesa de trasladarlo del gélido presidio paceño de Chonchocoro a la calurosa cárcel de Palmosa. Lo utilizaron y no le cumplieron el deseo y “El Vinchita” les amenazó con denunciarlos. El delincuente apareció misteriosamente muerto con 115 puñaladas y los testículos cercenados en el penal de Chonchocoro, hace tres meses. Que el lector extraiga sus propias conclusiones.
¿Acabará en algún momento la proliferación estos delincuentes de cuello blanco en el gobierno del MAS?.
2 comentarios:
Fernando ribera mando a franz gonzalez
MANDO A MATAR A FRANZ REYNALDO GONZALEZ
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